El precio de un sueño: El cumpleaños que rompió mi familia
En mi cumpleaños número sesenta, decidí usar mis ahorros para celebrar a lo grande, sin imaginar que esto desataría una tormenta familiar. Mi hijo y mi nuera, quienes contaban con ese dinero para comprar su primer auto, se sintieron traicionados y la tensión se apoderó de nuestro hogar. Ahora, mientras las heridas siguen abiertas, me pregunto si valió la pena perseguir mi propio sueño a costa de la armonía familiar.