Cuando miré a los ojos de mi padre, no vi enojo, solo arrepentimiento
Durante años creí que mi padre nos había abandonado, porque eso fue lo que mi madre siempre me dijo. Pero cuando un desconocido tocó nuestra puerta, la verdad salió a la luz y mi mundo se desmoronó. Esta es la historia de cómo enfrenté los secretos familiares y aprendí a mirar más allá de las heridas.