La promesa rota de mi hijo: el día que perdí mi hogar y mi fe
Mi hijo, Julián, me prometió que nunca me faltaría nada en la vejez. Confié en él y firmé unos papeles creyendo que era para asegurar mi futuro, pero en realidad me dejó sin casa ni refugio. Ahora, enfrentando la traición más dolorosa, me pregunto si alguna vez podré volver a confiar en alguien.