Cuando mi suegra se convirtió en mi peor pesadilla
Una noche, recibí un ramo fúnebre con mi nombre y sin remitente. Mi esposo, Andrés, no le dio importancia, pero yo sentí que algo oscuro se cernía sobre mi hogar. Pronto descubrí que la amenaza venía de donde menos lo esperaba: de mi propia familia política.