Eché a mi hijo de la casa y me fui a vivir con mi nuera: La decisión que cambió mi vida
Una noche de gritos y reproches me llevó a tomar la decisión más difícil de mi vida: echar a mi propio hijo de la casa y refugiarme en la comprensión inesperada de mi nuera. Entre viejas heridas familiares, prejuicios y el peso de la culpa, aprendí a priorizarme por primera vez. Hoy no me arrepiento, pero me duele no haber tenido el valor antes.