Puertas Cerradas: El Silencio de un Hijo
En una mañana de domingo, llegué al departamento de mi hijo con una bolsa llena de comida y esperanza, pero él no me abrió la puerta. Toda mi vida me sacrifiqué por él, luchando contra la pobreza y el abandono, y ahora solo siento un vacío helado. Esta es mi historia, un intento desesperado de entender en qué momento el amor de una madre dejó de ser suficiente.