¿Y si me quedo con papá?
Desde hace meses, sentía que mi matrimonio con Mauricio se desmoronaba. El amor se había transformado en rutina y las discusiones por dinero y responsabilidades llenaban la casa de un silencio tenso. Todo cambió el día que nuestra hija Camila, con voz temblorosa, nos preguntó si nos íbamos a divorciar y con quién se quedaría.